DILMA ROUSSELF: PRESIDENTA DE BRASIL

Es hora de conocer a Dilma Rousself, nueva presidenta de Brasil


aquí alguna información:


Wikipedia..


Dilma Vana Rousseff (Belo Horizonte, 14 de diciembre de 1947) es la presidenta electa de Brasil. Se impuso en la segunda vuelta del domingo 31 de octubre de 2010 frente al opositor José Serra, con el 56% de los votos.1 Economista, miembro del Partido de los Trabajadores (PT), en 2005 fue nombrada ministra de la Casa Civil de Brasil por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, convirtiéndose en la primera mujer en asumir el cargo. Asumirá como el cargo de presidente en enero de 2011, la primera mujer en ese cargo en su país


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Así es la mujer que reemplazará a Lula y de los interrogantes que su elección plantea.

En el 2002, el tornero Luiz Inácio Lula da Silva llevó a la clase obrera brasileña a algo que para muchos era, sencillamente, impensable: el poder.
Pero ayer, arropado en los éxitos sociales y económicos de su Gobierno, y en su enorme popularidad (81 por ciento), se dio un lujo de proporciones históricas: dejar como su reemplazo no sólo a la persona a la que él eligió a dedo para sucederlo, sino de paso, a la primera Presidenta en los 121 años de historia republicana del gigante suramericano.
Dilma Rousseff, la mujer que gobernará a Brasil hasta el 2014, es una creación de Lula. Hasta hace muy poco, nadie imaginaba que ella, que a sus 62 años jamás había sido candidata a nada, sería abanderada del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) en sus primeras elecciones sin Lula, quien no se pudo postular a un tercer mandato por imperativos legales.
Tampoco nadie habría apostado a que esta economista, vinculada en su juventud a las guerrillas -aunque se dice que nunca empuñó un arma-, sería la primera mujer elegida para ocupar un cargo que, en toda la historia democrática de Brasil, estuvo reservado para hombres.
El único que apostó por ella, porfió y finalmente ganó fue el persistente Lula, quien primero le impuso al PT la candidatura de Rousseff, resistida por muchos de sus dirigentes, y luego se volcó en la campaña electoral como si fuera suya.
De nada valieron los argumentos sobre su falta de experiencia electoral, su carácter adusto, sus maneras rudas -que demostró ampliamente cuando fue ministra de Energía y jefa del Gabinete-, así como su casi inexistente carisma y mínima capacidad de respuesta rápida en los debates.
Nada de eso importó, porque Rousseff estaba montada sobre un 'caballo ganador' llamado Lula; y sobre un mensaje de continuidad sin equívocos para millones de brasileños que han sido testigos de cómo durante el Gobierno Lula el número de pobres se redujo en 29 millones de personas, mientras el país crecía a ritmos del 7 por ciento y con la inflación bajo control.
No en vano la principal frase de la campaña de Dilma fue: "Mucho más de Lula, pero con alma y corazón de mujer".
Su ángel de campaña
Durante los últimos cuatro meses, Lula se las ingenió para combinar su tarea de gobernante con la de activista político y fue la voz, la imagen, el mensaje y el alma de la candidatura de Rousseff, a quien convirtió en su 'álter ego'. Llegó a aparecer en mitines a todo lo largo y ancho de Brasil junto a su candidata hasta cinco veces por semana y casi siempre fue el encargado de clausurar los actos con sus discursos, más largos y vibrantes que los de la propia Rousseff, una mujer de talante burocrático.
Lula, en su plan de 'Pigmalión', hasta la presentó personalmente a los obreros de las fábricas del cinturón industrial de Sao Paulo, a donde la acompañó incluso de madrugada, cuando cambian los turnos de los trabajadores, para repartir panfletos y propaganda electoral.
Y todo eso ayudó mucho a su clara victoria de ayer, que el primero de enero próximo la llevará a tomar las riendas del poder en el palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo brasileño.
Una vida dura
Hija de un inmigrante búlgaro comunista, Rousseff no ha tenido una vida fácil.
Durante su juventud pasó más de dos años encarcelada y fue torturada por su militancia en dos movimientos clandestinos que luchaban contra la dictadura militar brasileña (1964-1985): el Comando de Liberación Nacional (Colina) y la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR-Palmares).
Ese pasado guerrillero siempre le ha valido fuertes críticas, pues muchos dudan de lo que dice su perfil oficial: que "como jamás participó en una acción armada, la Justicia Militar la condenó sólo por subversión".
De otro lado, se divorció tras 30 años de matrimonio y en el 2009 fue diagnosticada con un cáncer en el sistema linfático, aunque luego de un tratamiento, ese mismo año los médicos la declararon "completamente curada". Un detalle de su carácter: pese a estar enferma, y muy golpeada por la quimioterapia, jamás dejó de trabajar.
Una burócrata eficaz
Nacida el 14 de diciembre de 1947, en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, Dilma Vana Rousseff Linhares ha sido básicamente una burócrata, pero muy eficaz.
Sus inicios en la política de partidos se remontan a inicios de los 80, cuando participó de la refundación del Partido Laborista Brasileño (PDT, del legendario caudillo Leonel Brizola), aunque en 1986 abandonó esa fuerza y se sumó al PT.
A Lula llegó en el 2001, cuando el PT organizó grupos para elaborar propuestas de gobierno para las elecciones de 2002 en las que Lula participaba otra vez como candidato. Ella se sumó al equipo que estudiaba específicamente medidas para el sector energético.
"Apareció una compañera con un computadorcito en las manos. Comenzamos a discutir y percibí que había algo diferente con ella. Entonces pensé: 'Creo que ya encontré a mi ministra de Energía' ", recordaría años más tarde Lula.
Y Lula debe haber quedado muy impresionado, porque, una vez presidente, puso a Rousseff como principal responsable de reorganizar el sector eléctrico y modernizar el petrólero.
El escándalo que en 2005 pulverizó la dirigencia del PT, ante las denuncias por pago de apoyos en el Congreso mediante una contabilidad clandestina, impulsó a Rousseff al primer plano del Gobierno, cuando Lula decidió hacerla jefa del Gabinete.
Los primeros rumores sobre la candidatura presidencial de Rousseff surgieron en 2007, cuando Lula pasó a viajar por todo el país, acompañado de su ministra.
En los últimos meses de esta correría, y ya como candidata oficial, ella tuvo que ser sometida a un 'cambio extremo'. Sus asesores se encargaron de dulcificar su discurso y de darle un aspecto entre maternal y coqueto, para ir tras el voto femenino y ocultar la cara menos amable de Dilma, que tras su paso por el Gobierno fue bautizada con el elocuente sobrenombre de 'La Dama de Hierro'.
Los interrogantes
Lula se abstuvo de asistir ayer a la fiesta de la victoria, porque, dijo, "este día es de ella". Pero las preguntas están puestas sobre la mesa.
De un lado están los que piensan que Lula, inevitablemente, será el poder tras bambalinas; entre otras cosas, porque la poco carismática Dilma lo necesita para lograr márgenes aceptables de gobernabilidad en un país donde los pactos políticos son esenciales para que el Ejecutivo pueda funcionar. Baste con señalar que en la próxima legislatura, el PT será la principal fuerza en la Cámara, con 88 diputados, de un total de 513.
Pero también están los que advierten que caricaturizar a Dilma como un personaje gris y puesto casi como una marioneta en el palacio de Planalto es una tremenda equivocación, pues del carácter, formación y tenacidad de esta mujer que ayer conquistó la presidencia del Brasil, hay pruebas suficientes.
Su primer mensaje -mantener la lucha contra la pobreza como prioridad- ha sido de continuidad. Pero habrá que esperar a los matices para saber si será un nuevo mandato de Lula en 'cuerpo ajeno' o, como dijo el presidente Hugo Chávez, el surgimiento de "una nueva giganta" en Latinoamérica.